Ben-Hur, 1925
Péplum es un género fílmico que popularmente puede conceptualizarse como cine histórico de aventuras. Las películas están ambientadas en la Antigüedad, fundamentalmente greco-romana.
Origen del término
El término fue acuñado por la crítica francesa en los años 60, usando metonímicamente el nombre de una prenda de vestuario muy frecuente en tales películas, la llamada "péplum", (del griego "πεπλον" -peplo-), especie de túnica sin mangas abrochada al hombro.
Las temáticas antiguas no eran novedad en el cine, como por ejemplo Cabiria o Intolerancia. Sin embargo, el género péplum propiamente tal aparece hacia 1958 con la película Hércules. En éste, el papel de Hércules recayó en Steve Reeves, un ex Míster Universo que se transformó en uno de los rostros más importantes.
Características
El éxito del film Hércules y de su segunda parte llamada Hércules encadenado o Hércules y la Reina de Lidia (1959)
llevó a la cinematografía italiana a montar una verdadera industria de
péplum, que reciclará una y otra vez los mismos escenarios y vestuarios
para filmar una seguidilla de películas de entretenimiento masivo. Del
mismo modo, marcó una serie de pautas que el resto de producciones
seguiría de una manera más o menos literal, llegando en ocasiones a ser
una sucesión de tópicos que homogeneizan fuertemente el género,
independientemente del héroe que las protagonizara o la historia que
estuviera contando.
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- El hilo argumental se limita a ser el de un gobernante sin moral ni escrúpulos que tiene subyugada a la población y al que el héroe se ha de enfrentar. Generalmente, el héroe solitario llega a la población que está siendo sometida y tras comprobar las penurias de sus pobladores, se compromete a liberarles. El pérfido gobernante trata de acabar con él durante todo el desarrollo del film, pero termina siendo asesinado por el protagonista, generalmente en la batalla culmen. En esta entienda final, el pueblo se ha rebelado contra su dictador y ayuda al héroe en su cometido.
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- Las aventuras del héroe se tejen en torno a una trama de intrigas palaciegas urdidas por el villano.
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- Radicalización moral. El héroe es de una bondad impoluta y el villano es de una maldad irredimible. No existe ningún tipo de aristas en la moral de ambos personajes.
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- El papel del héroe se reserva a culturistas sin más dotes interpretativas exigibles. Por el contrario, grandes actores han encarnado el papel de villano como Fernando Rey, John Drew Barrymore o Christopher Lee
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- El héroe no precisa de nada que no sea su propia fuerza física para salir victorioso. El uso de la razón, la inteligencia o la astucia está únicamente permitido a los villanos.
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- Los personajes femeninos se limitan al de la chica del bueno y la chica del malo. Como curiosidad, la mayoría de las veces es rubia la primera y morena la segunda. Algunas actrices que iniciarían su carrera en estos papeles son María Luisa Merlo, Raffaella Carrà o Jayne Mansfield.
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- Completa perversión de la realidad histórica o mitológica, que no es más que un pretexto en vez de un contexto.
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- Escenarios y vestuario sin ninguna relación artística o histórica con la época que retratan. No es raro encontrar escenografías minoicas dando cobertura a guerreros griegos ataviados como legionarios romanos. Por otra parte, el vestuario de los protagonistas busca sencillamente el lucimiento carnal de los mismos, por lo que se recurre sistemáticamente a la mínima expresión en peplos, a minifaldas y transparencias.
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- Generalmente incluyen una escena de lucha con animales, una escena de danza de bellas mujeres y una batalla multitudinaria.
La época dorada de los péplums
El éxito en el extranjero de estos filmes se ve potenciado por la
tendencia contemporánea hollywoodense a rodar grandes películas épicas
para competir con la televisión por vía de incrementar la espectularidad
de los filmes; es la misma época de Doctor Zhivago, Lawrence de Arabia, El Cid, Genghis Khan, e incluso productos bastante cercanos al péplum, como es el caso de Ben-Hur, La túnica sagrada, Quo Vadis?, Los diez mandamientos, Cleopatra, Espartaco, y La caída del Imperio Romano.
Sin embargo, estas aproximaciones colosalistas al cine "de romanos" se
distancian bastante del espíritu más simple de los filmes auténticamente
péplum. La crítica estadounidense acuñará para estos últimos el irónico
mote de muscleman epic.
Fin de la época dorada
La excesiva reiteración de argumentos, y la evidente pobreza de
medios de los filmes péplums, terminaron por extenderle la partida de
defunción. Así, en 1964 se rueda la que se considera la última película de la hornada péplum, Combate de gigantes,
de Giorgio Capitani, que reúne a los grandes héroes del género,
Hércules, Sansón, Maciste y Ursus en un mismo filme. Sin embargo, las
películas "de romanos" de bajo presupuesto seguirían rodándose incluso
hasta comienzos de la década de 1980.
Aun así, la influencia del péplum en el cine popular ha sido bastante
importante. Aunque el péplum fue sepultado por la aparición del spaghetti western,
este nuevo género fílmico tomó varios elementos del péplum, incluyendo
el protagonista errante que viaja de lugar en lugar, librando en cada
pueblo una batalla contra la opresión. También es de destacar el éxito
de las series de televisión Hércules: Sus viajes legendarios y Xena: la princesa guerrera en plenos noventas,
series que en el fondo eran reediciones de las antiguas películas
péplums, con efectos especiales modernos y tramas algo más remozadas.
Nuevas películas
Gladiator, Troya y Alejandro Magno
En el año 2000, el director Ridley Scott volvió a la gloria, después de años de oscuridad, con su película Gladiator. En esencia, el argumento está calcado de La caída del Imperio Romano, y en espíritu, es en realidad un péplum de alto presupuesto. El éxito de este filme, y de El Señor de los Anillos, que pese a no ser un péplum sino fantasía heroica,
está realizado con similares efectos especiales por computadoras que
requeriría un filme péplum real, reavivó el interés de los grandes
estudios por el género. De este modo se rodaron Troya (2004) de Wolfgang Petersen, Alejandro Magno (2004), de Oliver Stone, y la serie de televisión Roma, de HBO.
Estas realizaciones son en muchos aspectos una revisión del cine
péplum, pero no comparten su esencia de ser producciones de bajo
presupuesto, casi artesanales en muchos casos, y con historias sin un
gran desarrollo.
Ágora
En el año 2009, el director Alejandro Amenábar estrena la película Ágora ambientada en la ciudad egipcia de Alejandría a finales del siglo IV y principios del V. En esos momentos la ciudad grecorromana vive la expansión del cristianismo que sepultará los últimos restos de una civilización en declive personificada por la figura de Hipatia.
300
En el año 2007 es la adaptación del cómic de Frank Miller que relata la liberación de las Termópilas. Dirigida por Zack Snyder.
Huy que maravilla, me encanta, lo acabo de ver, está superbien.Besos
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